Mátame con tu amor, que tu olvido no pudo.
Déjame ciego con tu cuerpo desnudo, que tu ausencia no consiguió hacer que dejara de verte, por más que intentase arrancarme los ojos.
Entiérrame en ti, que la flores aún no han querido llevarme entre ellas a la tierra de los muertos.
Sigo vivo, hiciste un mal trabajo al intentar vengarte.
Asesíname con tu voz, que aun puedo escucharte, verte, olerte y sentirte, entre las charlas con los amigos.
Cuéntame de nuevo, todos los detalles de tu vida, que no lograste borrarte de mí, ya que cada que me hablan de amor, me están hablando de ti.
Vamos, sé valiente. Ten el coraje de pertenecerme de nuevo. Que yo sé que al irte te hiciste daño, y ni siquiera sufriendo, lograste matarme con tu muerte.
Ámame con todo, que tu odio no ha sido sufiente, para acabar conmigo.
Mátame con el futuro, que este pasado incapaz de olvidarte, nada que logra darle final a mi existencia.
Si vas a hacerme morir, que sea de amor, y no de estas ganas de amarnos que a los dos nos dejan medio muertos y con ansiedad de ser, de existir, de poseernos.
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