Si te volviera a ver me gustaría desconocerte,
Poder sentir, sin saberlo, el placer de descubrirte.
Si te volviera a ver, me volvería: sin pensar
Que te compartía con otros labios,
Recientes, presentes y futuros.
Si te volviera a ver, oh, querida, volvería,
Sin pensar, ni un poquito; a entregarme al delirio,
De tus besos, de tu voz, de tu carne.
Ay, mi querida, si pudiera volverte a ver,
Me amarraría de nuevo a ti; ignorando por segunda vez,
Que el lazo del cariño era la soga de mi dolor.
Si te volviera a ver, querida, y no te hubiese visto,
Te aseguro, no lo dudes, que te inventaria...
Si te volviese a ver, aunque sin verte,
En cada instante, como hice, todo de mí te entregaría.
Si te volviese a ver, querida, seguro estoy, oh, sí,
De que lo haría, sí, sí, por segunda vez:
Esta carta de suicidio escribiría.
Poder sentir, sin saberlo, el placer de descubrirte.
Si te volviera a ver, me volvería: sin pensar
Que te compartía con otros labios,
Recientes, presentes y futuros.
Si te volviera a ver, oh, querida, volvería,
Sin pensar, ni un poquito; a entregarme al delirio,
De tus besos, de tu voz, de tu carne.
Ay, mi querida, si pudiera volverte a ver,
Me amarraría de nuevo a ti; ignorando por segunda vez,
Que el lazo del cariño era la soga de mi dolor.
Si te volviera a ver, querida, y no te hubiese visto,
Te aseguro, no lo dudes, que te inventaria...
Si te volviese a ver, aunque sin verte,
En cada instante, como hice, todo de mí te entregaría.
Si te volviese a ver, querida, seguro estoy, oh, sí,
De que lo haría, sí, sí, por segunda vez:
Esta carta de suicidio escribiría.
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