Si hubiesemos tenido
los hijos que quise tener contigo
les diría lo orgulloso que estoy de ti
lo feliz que me hace
haberte elegido.
Pero el dolor fue el único hijo
que nuestro amor me dió
y no les puedo decir lo mismo
porque se dan cuenta de mi hipocresía.
Se dan cuenta de que te veo en otras mujeres,
y me duele,
como sólo duelen esas cosas
que son irreparables.
Demasiado tarde, siempre,
porque ya te fuiste,
te fuiste y no te detuve,
te fuiste y no volviste.
Ya no sé quién eres
y para mi mala suerte
no puedo dejar de extrañar a quien fuiste.
Pero ya es tarde,
otros labios te han tocado
tengo asco de tenerte
y resentimiento de volver a verte.
Ah, todo es tarde.
Al igual que la carne
de gusanos se llenan mis poemas.
No me quedas más que en el recuerdo
en la nostalgia
en el anhelo irrealizable
de que todo hubiese sido diferente
en la hermosa vida juntos
que pudimos tener
si no te hubieras ido.
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