Es extraño lo que siento por ti. Ya no es amor, sin duda, y lo sé, porque ya no recuerdo lo que se siente amarte, sólo recuerdo que alguna vez fue.
A veces siento nostalgia, a pesar de que casi no recuerdo nada que no duela.
Sin duda alguna ya no te admiro, ya mis ojos no se llenan de magia cuando te miro.
Ahora te juzgo como a las demás personas: sin esa capacidad de mentirme, de negar tu egoísmo, tu absurdo, tu condición humana.
Quererte es difícil porque es humillante, pero desearte no tanto siempre que en mi mente te humillo como lo mereces.
Algún día uno de los dos va a morirse primero, y el que sobreviva pretenderá que siempre nos quisimos y que hubiera sido mejor la vida si hubiesemos sido juntos.
Me gustaría morirme primero si no fuera porque perdería la dicha de verte sufrir como tanto sufrí yo cuando partiste.
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