La femme

La fama es toda una estafa
una imperdonable mentira
la anhelabas pensando que era cariño
deseabas ser reconocido apreciado
  y lo disimulabas
                    muy mal
                            tan mal que dabas asco

pero ahora nadie te conoce
hablan de ti pero sólo eres un espejo
donde ellos se adoran a sí mismos:
humillándose
te quieren Dios y no hombre
porque se sienten fracasados
         y si llegas a ser humano
                simplemente humano
                hermosamente humano
libre de las cadenas que se atan al cuello
y te ofrecen para que los pasees
por el camino de tu vanidad de amo
y de su vanidad
a través de un fascinante amo
fascinante pero aburrido
porque no eres tú
es un sueño
es su frustración
desean ser amados
por medio del amor
que ellos esperan recibir
de sí mismos
al darte
porque eres ahora
su causa
     su ídolo
       su paraíso de ensueños
dentro de la prisión
que no se atreven a cambiar
porque no saben cómo
o más bien
Porque no tienen el coraje de hacerlo

nada más impersonal que la fama
todos creen que te conocen
pero nadie te conoce
¿cómo pueden conocerte?
Si no sabes quiénes son
                     cómo sienten
¿cómo pueden conocerte?
Si no saben de ti lo más importante
y hermoso
que se puede conocer de alguien:
su forma de conocer
su forma de dar cariño
la espontaneidad de tu libertad
los errores de tu ser

La esencia de tu vida
ese pedacito de todo ser humano
que ningún juicio alcanzará jamás a juzgar
pues ese pedazo no puede ser juzgado
sólo puede ser amado
y un fanático juzga, no ama.
Te juzga como Dios e ídolo
pero no puede amarte porque
alguien que se ame a sí mismo
jamás podrá ser fanático
jamás podrá ser otra cosa
que un hombre libre.

Hay una flor al otro lado de la espuma.

                                                                                                Al segundo éxodo de nuestra tercera raíz.

En medio de una tierra árida
que de día era infierno sin sombra
y de noche infierno helado
pero con música

nació una flor color negro precioso
es preciosa
me pregunto si alguna vez
la esperanza fue color negro
y si la belleza de las estrellas
tendría algún sentido sin la noche
no entiendo por qué no se ve la oscuridad
como la parte más hermosa del brillo

mi pequeña flor
flor chiquita
  hola hola
   flor bonita

    por qué serás tan bonita
   será que has sufrido
  pareces una rosa de afrodita
que se entierra con puntería
de asesino de cupidos
chupas sangre como un mito
  y el arte de tu arte
   es chupar la belleza
    del corazón que al verte
en el floreces

en la tierra
de mi antiguo hogar
ese reino de lo verdadero
escondido en la memoria de mis sueños
una tierra que al contarla
se vuelve tierra de lo increíble
y que hoy me hace soñar
con lo imposible
en ese reino

antes de ser reino de la injusticia

una horrible mujer
de las que prefieren joyas
antes que flores
mandó a construir
un lago de plástico
con conexión directa
a las aguas termales de la avaricia
que se calienta con las ambiciones
que hacen imperios
a fuerza de crear infiernos
ese calor inconfundible
de quien busca a quien
joder
en donde sólo hay personas
a quienes ayudar.

se bañaba
cínica
con falsa modestia
presumía orgullosa
que se avergonzaba

no se daba cuenta
que el calor del agua
derrite el color de la piel
y sólo queda invaporable
el color de los sueños
y a través de su rostro se veía
lo artificial de la mentira
y sus risas eran lágrimas patéticas

de placer es la máscara de los que tienen
mucho ego pero poca poesía

en esa mujer sin color
no había nacido
o tal vez se había marchitado
la flor negra de la utopía.

Galeria de musas: Darling.

Darling, tu nombre me gusta. A veces por accidente lo veo en el diccionario y no puedo evitar extrañarte. Pensar en tu sensual pereza con olor a sexo que nos rociaba por las mañanas, mis labios se llenan de nostalgia de tus hermosos y enormes senos, de sus enormes círculos negros que representaban para mí al mismo tiempo placer e infinito, una contradicción absoluta, un pensar que los sueños más estúpidos eran posibles y desearlos, lo absurdo era eso, desear que pasará algo eterno y placentero y estúpido y creer que todo eso era posible sólo porque lo soñabas tú, o mejor dicho, porque lo soñabas conmigo.

Fuiste mi último intento de relación monogama, en ese entonces aún sentía culpa por lo que mi pene y tal vez todo mi cuerpo consideraban algo natural. Debo admitir que la monogamia tiene sus cosas positivas, el placer que le da la prohibición a la infidelidad, por ejemplo. Aún así me gustaba poseerte, sentirte sólo mía, para ese entonces no comprendía aún que mi narcisismo me hacía ver como rivales a todos los hombres, por eso te fui despreciando paulatinamente, frecuentabas a tu ex-novio (y ese gusto al elegir novios, y tus pudores sexuales, eran tal vez tus únicos imperdonables defectos);y una vez (sé que lo recuerdas porque te mandé a la mierda y así comprendí una cierta tendencia o debilidad por los hombres que te maltrataban emocionalmente, lo cuál era un maldito vicio difícil de resistir para alguien con tantas frustraciones como yo) dijiste que mi pene era pequeño y hermoso como los de los cuadros de la edad media o las estatuas que veían en el pene pequeño belleza; y el enorme, semejanza con los animales, cuánta falta nos hace reconciliar el pensamiento y lo animal hoy en día.

No tienes idea cuánto añoro esa época, la primera, cuando te estaba conquistando, cuando me admirabas y seducías por admirarme. Cuando hablábamos horas sobre tu vida, tus sueños, tus frustraciones tontas, cuando te ponías de mal humor con todo el mundo menos conmigo. Cuando nos juntos jugábamos a que a base de amarnos podríamos entender el mundo.

Fui deliberadamente idiota a lo último, casi todo lo que hacías me llenaba de mal humor. En el fondo creo que nacimos para amarnos pero cuando intentamos crear el amor en vez de dejar que el amor nos hiciera y deshiciera a su gusto... creo que eres la única mujer de mi pasado con la que lo intentaría de nuevo ¿intentar? ¿intentar qué? No, no quiero intentar nada contigo, sólo quiero amarte nuevamente, anhelarte, sentirte imposible, sentirte mi diosa; y amarte, amarte tanto y cada vez más, hasta que la distancia entre el adiós y el ahora, se derrita hora por hora.

Darling, siempre he querido escribir algo para ti que termine en un "Vuelve, te necesito...".

El único pecado es dudar de quién inventó los pecados.

Es bien incómodo vivir en una sociedad donde si me quejo de la opresión hacia la mujer, el racismo, y la homofobia; estoy ofendiendo la creencia de más de la mitad de la población. Cómo puede pedir respeto alguien que cree que abusar del otro está bien porque se lo ha dicho un libro de una cultura que no es la de sus raíces y que llegó a las suya a fuerza de genocidio, violaciones, y en definitiva, la muerte de millones de indígenas que cometieron el pecado de amar la tierra que los pisa y adorar la lluvia que los moja.