martes, 27 de febrero de 2018

El árbol del amor

Imagina que alguien te da dos semillas para que plantes dos árboles. El primero es un árbol de naranja, y en  temporada te otorga esa dicha redonda, esa dulzura de su jugo, ese aliento y esa sombra fresca en tu sed y tu paladar.

En cambio, el árbol de manzanas no crece, y luchas constantemente para que te de frutos, te esfuerzas y te esfuerzas y nada que el árbol responde. 

Luego, al pasar los años, el árbol florece, da frutos, y tú brincas de alegría, saltas, celebras, tienes lágrimas en los ojos y no puedes creer la dicha, la felicidad.

Pero te das cuenta de que algo ocurre, cuando te acercas, notas que el árbol no era de manzanas, sino de limones. Y así son las relaciones de pareja, nunca te dan lo que quieres, sólo pueden darte lo que hay.

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