¿En cuál constelación
se encuentra el nombre
de este dolor azulado
que hace brillar mis estrellas innombrables
cuando quiero que seas pero no?
¿De qué me sirven
estos enormes brazos
si no puedo cuidarte?
¿A dónde se fue
toda la confianza que sentía
al protegerte, al salvarte de ti?
¿Al final tu debilidad fue tan fuerte?
Siento que si voy a ti te terminaré alejando
-como si ya no estuvieras tan lejos-
pero al mismo tiempo
¿Qué hago con las ganas de amarte?
¿Con la falta de todo cuando no estás?
¿Es la escacez de ti lo que aumenta tu valor, lo que ahonda tu significado?
¿Por qué si nunca he temido estar solo ahora siento que no soporto estar sin ti?
Ah, cierto,
porque me hallo en el medio,
ni solo,
ni sin ti,
ni contigo.
Me hallo queriendo cambiar todo
escribir un poema que detenga los mares, amor mío;
ah, amor mío, tienes la forma del agua,
te me escurres entre los dedos cuando trato de aferrarme a ti
y estás helada
qué fría música la de la noche que se llena de esperas.
Extraño esos tiempos en donde te tenía hasta aburrirme de ti
Ahora te pienso tanto
que cuando apareces es como si no fueras tú a quien recuerdo
me siento tan en el lugar equivocado
Penelope debe ser la que espere,
no Ulises.
Me siento tan derrotado al no tener la oportunidad de luchar
que inútil se siente un hombre cuando su próposito es la espera.
Ah, sonata del abandono
ni siquiera te has ido del todo
simplemente hay un silencio entre cada una de las notas de tu canción
un silencio tan hondo
que produce terror.
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