Querer
divina tortura
ilusión de que algo
en esta vida es cierto.
Ansiedad de adivinar el futuro,
predecirte en cada esquina.
Siempre es ganas,
nunca satisfacción,
la satisfacción es otra cosa,
querer, sin embargo
es el deseo de su repetición.
Si quisiste hace años
y hoy eres distinto
basta un recuerdo
convertido en palabra
esperado en silencio
para que un incendio ocurra
y vuelvas a ser y sentir
lo que creíste borrado de ti.
Es siempre incertumbre,
siempre buscar
aunque nunca se sepa lo que se busca
no obstante
siempre se sabe de lo que se huye
de esta incertidumbre
que es el querer mismo
no importan los consejos
las ideas
o las creencias
que hasta el cansancio has repetido
cuando llega la hora de lo incierto
y el querer
y el placer y el dolor
te consumen
como si nunca antes
otra cosa hubieras querido
podrías matar
para dejar de sentir
ese terror de morir
y esas cosas tan simples
te calman
pero siempre regresas
cuando todo termina
a lo único interminable
esa angustia
de querer
sin saber lo que se quiere
pero sí cuánto se teme
Y en esos breves instantes de miedo,
uno se siente vivo,
uno es un niño aterrado
a que lo encuentren en este juego de escondidas
entre querer
y querer que te quieran
y no piensas
que todo es un juego
piensas que morirás
de querer
si no te quieren.
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