A Kelly Díaz
Hay una rama que se quiebra en mi ventana
cae despacio
y no puedo más que pensar en Kelly.
En la música de su voz.
En su perfume de risa y de tierna crueldad.
¿Cómo es Kelly desnuda?
No hablo de ropa
hablo de esa hoja que tiembla
y que me hace pensar
en la voz con la que ama
cuando nadie la escucha.
Kelly va a llegar lejos
no puede no hacerlo
siempre sabe lo que hacer
siempre sabe a dónde va
y qué tiene que hacer para llegar allí.
Ah, la pobre, sabe tanto.
Algún día va a volverse loca.
Realmente loca.
Y escribiría ese gran poema.
Realmente grande.
Y será hermoso.
Y todos van a leerlo
y yo pensaré en esa hoja quebrada en mi ventana.
Kelly se parece tanto a Kelly
es tan única que parece un plagio
oh, cómo no amarte
incondicional amiga
cómo no acompañarte
si ni siquiera en el llanto
dejas de creer
que de verdad existe
algo verdadero.
A veces te pareces tanto a Kelly
que me convenzo de que no existes
de que estás por nacer luego...
Pero cae la hoja de un árbol
y te siente como esas cobardes manos
que siempre quisieron amarte
pero jamás te tocaron.
No hay comentarios:
Publicar un comentario