Es triste
pero digo verde
y hay quien sólo piensa en dinero.
Yo no sé de fechas
siempre olvido
hasta mi propio cumpleaños
y no sé en qué meses
pasan las historias de amor;
primero, porque mi amor
es presente y no historia;
y segundo, porque eso
de separar y comparar
y medir
poco tiene que ver conmigo.
Yo no sé del tiempo, sólo sé de colores.
Digo verde y pienso en tu nombre.
Y me pregunto si todas las noches
te sientas a ser niña
y a colorear para mí
cada un de esas hojas
que me llenan de alegría.
Todos los nombres
de todas las personas
tienen un color para mí
y a veces varios
Y tu nombre
y la palabra nombre
son mis verdes verdades.
Hay quienes piensan que el amor es rojo.
Es sexo.
Es separar y apretar hasta arder.
Es delirar y luego volver
y volver
y volver
hasta dejar de sentir
hasta que el rojo sea blanco
y desgastado
y haya que buscar otro amor.
Pero yo no pienso
por eso
no me queda la menor duda:
el amor es verde
es inmenso
es todos.
Y estoy triste y a la vez no.
Porque mientras llueve.
Oh, mientras llueves.
Qué hermosas se ven las hojas.
Qué bonito es no saber qué día es.
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