Hay un ruido fuerte en la casa
Que no te despierta
Hay un ruido en la casa
Que te sumerge en una pesadilla.
Hay una paz en el jardín
Que no es la ausencia del ruido
Los árboles y los pájaros se detienen a sentirla
Y se alejan de nuestra llegada sin ganas de huir.
Deja de buscar un invierno
Para todas las flores que te siembro
Las hojas en césped no han dejado de volar
No te avergüences esta noche, de la blanca nieve de tus sueños.
Si quieres aprender a protegerte: cuídame
Te invito al silencio cuando cantas y me miras
Otra hoja de hierva que es peinada por la brisa
Y un cronopio flota sujetándose de un diente de león.
No estornudes todavía, tienes una mariposa en la nariz.
No llores mientras miro el oro de tu risa,
ponte la ropa abrigadita que ya es hora de dormir.
A veces te recuerdo al ver los patos volar
me encanta cuando graznas, tienes la voz de la naturaleza.
Cuando te miro te haces tímida como una ardilla,
pero cuando me descuido por el cielo azul -ay, este azul- te pones a volar.
La luna esta hoy por la mitad, y también azul,
se le olvidó irse a dormir cuando llegó el sol
ojalá a ti se te olvide la vergüenza
cuando recuerdes que este poema lo he escrito yo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario