Fue tan hermoso mentir
volver a nacer
creer en mí
creer en ti.
Fue tan hermoso no conocerte
y jurar
poner la mano en el fuego
y decir que eras
todo lo que había necesitado.
Ahora tengo resaca de sueños,
vomito sangre,
y no estás a mi lado.
Ah,
los sueños son pedirle al mundo
aquello que nos falta
y las ilusiones nacen
de todas nuestras carencías.
Sí,
hicimos el amor
y lo convertimos en un paraíso.
Ahora somos dos ángeles desterrados
en la soledad de sus infiernos.
¿Debemos volver?
¿A esos sueños
que se van a romper?
¿Culpa tuya
culpa mía
culpa de esta hambre
de vida?
Sí,
tuve el poder
me diste el poder
y tanta seguridad
¿ahora qué es?
Lo que siento ahora no es más que el vacío que intenté llenar contigo
salgo a ver el cielo que alguna vez llené de sueños enamorados
y ahora es así, ajeno,
como un cuadro o una foto.
Ya es hora de una vez por todas
que escriba en todas mis líneas
el dolor del que escapa cada ser humano
Ya es hora
es hora de despertar para siempre
de no volver a dormirme
en estas religiones con cuerpos de mujer
en las que incesantemente
desde que tengo memoria
me he refugiado.
Ah, es hora de dejar de fingir
de dejar de creer,
es hora de la incertidumbre infinita
a ver si al dejar de mentir
puedo por fin
conocer el amor.
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