Me odias
y no porque hice algo mal
eso te hubiese encantado
sería muy útil para tus intentos
de aislarte del mundo
para protegerte
me odias por enamorarte
por hacerte sentir vulnerable
por romper las barreras de tu impenetrable cobardía
Me pusiste todas tus trampas
y no caí en una sola
no te hice daño
y por eso me odias
Te hubiese encantado
que fuese uno más del montón
que te hubiese lastimado
cuando intentaste herirme el corazón
para tener una buena razón
para justificar que te fuiste
Pero vi todos tus trucos
criaturita infantil
y ya no te quedó más remedio
que odiarme porque sí
Y a mí no me importa eso
que te vaya bien:
te quiero.
Al final de cuentas
eramos dos niños
y nada más que dos niños
pero jugamos con mis juguetes
aquí se quedan los poemas
los oídos que no se cansan de escuchar historias
y mi boca sabia que sabe tantas cosas
y cuenta tantas anécdotas interesantes;
y el enorme pene que a todos maravilla, deleita y asombra
Puedes venir cuando gustes
sé que ahora me odias
pero yo soy el que sabe de mujeres
y esos sentimientos todo el tiempo están cambiado
como nubes en el cielo
alrededor de una montaña
una de estás mañanas te despertarás
con ganas de jugar
y yo que lo sé todo
no me sorprendería si volvieras:
toda mujer vuelve
cual flor a la primavera
al hombre que le sabe a mar.
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