Este poema debería llevar tu nombre
pero sólo diré que tu cabello era rizado
y tus ojos verdes.
Que tu sonrisa estaba llena de hermosos dientes imperfectos
y por eso tus labios
te traicionaban cada vez que se despegaban.
Diré que tus senos son pequeños
y que me gustaba exprimirlos
cada vez que te penetraba.
Naciste bajo el signo de geminis
y muy poco me importaba.
Loca bipolar y doble cara
dicen los expertos
que nunca te vieron gemir de dolor
cuando mi verga entraba.
Tu habitación desordenada
olía a ti y me encantaba
cortinas de tela y paredes de ladrillo
eran testigo
de toda la leche mía que te tragabas.
Qué rico era que fueras tan flaca
mi dulce puta colombiana
todos conocían tu lado hozco
nadie la ternura que yo de ti sacaba.
No sé si este poema es un anhelo o una despedida.
Da igual
me voy dejando tu corazón
de heridas y bellezas
que no se borran con nada.
Este poema debería llevar tu nombre
pero no voy a darte el gusto
de verme morir con tu nombre en mis púpilas.
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