No era ella

No resistí
y fui a buscarla
la extrañaba tanto
me puse a ver sus fotos
pero no era ella.

No era ella la que me dolía
no era ella la que estaba yo buscando.

Mi chica estaba dormida a mi lado,
la pobre estaba cansada,
no sé cómo hace para hablar tanto
a veces creo
que sabe respirar por las orejas
porque nadie la detiene
cuando han pasado días sin vernos
y memoriza
lo que quiso haberme contado.

Pero volviendo al tema,
no,
no era ella.

Vi su rostro es cierto
pero no era ella
y una voz en mi cabeza
derramaba un liquido de imágenes
que caían sobre los bellos recuerdos
a los que deseaba haber regresado.

Eran imágenes con todas
las muchachas a las que he extrañado
el dolor siempre es el mismo
es solo la cara
lo que ha cambiado
siempre creo que es la primera
pero realmente es la última
vivo en esta dualidad
con un ojo en el futuro
y otro en el pasado.

La mitad triste de mi corazón
es para las mujeres del pasado
y la feliz
para esta pequeña criatura
que hoy ronca y duerme a mi lado.

Sí, esta pequeña tierna y fastidiosa,
como lo fueron todas las de mi pasado.

Estoy convencido que con cualquiera
de haberme casado
no la hubiera soportado.

Y es que la memoria a veces se olvida de mentir
y me recuerda los momentos
en donde pensaba:
coño, qué ladilla,
¿debo calarme el resto de mi vida
a esta malcriada y consentida a mi lado?

Por ejemplo, recuerdo a una que era dramática
pensaba siempre que el mundo se iba a caer
también era muy dulce y divertida
pero al punto que voy
es que nadie es perfecto
en especial si es tu mujer.

Ahora pienso
en la que quería dominarme
y ya no necesito pensar más
todos creyeron que era el amor de mi vida
pero es a la que menos he de extrañar

luego viene aquella
que no merecía mi cariño
me enamoré como un pendejo
de mis ganas de quererla salvar
todo en ella decía
"esto no sirve, sólo te hará mal"
por poco no la sobrevivo
imagínense que me hubiera suicidado
y ella todavía hoy
no se habría ni enterado
yo sé que esto ya no parece un poema
arrancamos bien:
dije que la fui a buscar
pero no era ella.

El punto es este:
lo que uno pierde
no es lo que fue
sino lo que a uno le gustaría imaginar que ha pasado.