martes, 7 de abril de 2015

Poema: El duelo de los mares y el río.

Me armé de valor,
Le pedí ayuda a Dios.
Tenía miedo de ese duelo
En el cuál me sentía menos,
Pero lo hice... me puse de rodillas,
Cerré mi ojos, evoqué su imagen:
La perdoné.
No pedí, ni ella me pidió,
Es incapaz de pedirlo
Prefiere simular que no existieron las faltas
Yo tuve destellos, trozos, recuerdos,
Regresos a un sueño que es todos los sueños:
La paz.

Ella me abrazó,
Aún olía mal, aún sentía odio.
Pero recordé el perdón,
E hice todo lo posible para no ser hipócrita.
Y su mejilla de retrato de Dorian Grey
Se sintió como humillación en la mía.

Me ignoró, hasta que vio al público.
Entonces se acordó de mí.
Llamó al río los mares,
O tal vez los mares al rio.
Quien sabe, en fin,
Era un espejismo.
Porque ni ahora ni nunca
La misma cosa fuimos.

Necesitaba mi ayuda,
Se la di...
No por ella,
Disfruté porque me gusta ayudar.
Nos arriesgamos, fui cómplice de un delito.
No dejé huella.
Mis ganas de verla victima de sí misma
Eran más grandes que mi bondad.

Si debía ser ella, para acabar con ella,
Pues moriremos juntos.
Ella me destruyó,
Sigo vivo,
Pero el rencor me destruyó.

No ocurrió nada,
Luego del crimen perfecto:
Me elogió;
Contó intimidades que en el pasado,
El que, a la orilla de los ríos y mares que ella imaginó,
Siempre me contó.
Antes del rencor,
Cuando dejaba de ser,
Lo que tal vez nunca fui,
Pero sólo el rencor me lo mostró.

Que eres hermoso, me dijo.
Que eres inteligente, me dijo.
Que me haces falta, me dijo.
Que por qué te fuiste, me dijo.
Que no te hice nada malo ¿Cierto? Me dijo.

No necesito que nadie me dé halagos, le dije.
Sólo quien no merece el halago lo necesita, le dije.
Eres una cabrona y loca de mierda, pensé.

¿Crees que eres en el fondo de tu demencia, buena?
-No, no lo eres.

Mi abuela era buena; racista, criticona, negra y buena.
Mi padre no es bueno; es generoso, amigable, y caritativo. Pero no bueno.
Mi Madre es buena; sincera, indiscreta, loca, insoportable y buena.
Mi otra abuela no lo es, me hace deliciosas arepas dulces, pero no es buena.

Ser bueno no es, agradar, hacer sentir bien,
A cambio de dinero, de prestigio.
Quien es bueno, lo es, hasta sin darse cuenta que lo es.
Sin un fin, más que el fin en sí mismo.

Yo era bueno,
Y no he dejado de serlo.
Sólo estoy muriendo.
Y tú me has matado.
Porque todo este poema que he sentido,
Lo he callado,
Lo he sonreído,
Lo he humillado.

Yo estoy dispuesto a morirme para matarla,
Ella sólo quiere revivirme para salvarse.
Yo estoy dispuesto a darlo todo,
Como lo hice para ser bueno...
Para acabar con el mal.
Ella sólo quiere que no muera,
Ella sólo quiere ser héroe, mi héroe.
Ella quiere ayudarme sin sacrificarse,
Yo quiero sacrificarme para destruirla.

Yo soy el bueno,
Tú eres mi mal,
Acabaré contigo:
Te perdono.

Este poema trata sobre la jefa que quería matar, pero Galeano.

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