domingo, 25 de noviembre de 2018

Poema: No puedo evitar compararla contigo.

Descubro que me da miedo no estar solo.
Ella está aquí a mi lado,
duerme desnuda entre mis sábanas
como dicen los dibujos
de las mujeres que reposan
luego de ser poseídas
los artistas no mienten, expresan.

Ella duerme,
y la envidio,
¿Cómo poder sentirse tan bien
estando tan vulnerable ante un extraño?
podría matarla si quisiera
pero no la quiero tanto.

Acaricio su rostro,
mis manos se ven tan pálidas cuando la toco
parece que el muerto es otro.
Ella es tan caliente,
y tú tan fría,
tan lejana,
tan distante,
como si te hubieses perdido
en lo más hondo de mi interior
y ya nadie puede encontrarte
sólo recordarte.

Ella está tan ajena a mí,
en su propio mundo,
ignorando por completo que no puedo amarla,
como tú tampoco,
no sé si estés o no con alguien,
ambos sabemos que no podemos amar.
Que nos amamos tanto
que ahora estamos rotos.

No puedo evitar compararla contigo,
pretender que la acaricio,
cuando simplemente te busco con mis manos en todos los rincones de su cuerpo,
pero no te encuentro,
pero te extraño tanto.

Te extraño y temo,
porque ¿qué tal si estuvieras a mi lado
y al acariciarte, tampoco ahí pudiera encontrarte?
¿Qué tal si tú no eres realmente
esto de lo que tengo lleno los sueños
y que lleva tu nombre y tu rostro?
Ah, me arrepiento tanto de tantas cosas que ni deben existir o estar en mis manos
pero que de mi lado te alejaron.
Regresa,
aunque sea en los sueños
de ella que duerme
y poder besarte
a tráves de sus labios
y decirte
cuánto te extraño
y cuánto te amo.

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