lunes, 1 de junio de 2015

Esta noche eres realmente imaginaria.

Imagínate: a veces me hablas y me limito a responderte diciendo tu nombre.
Realmente,  no quiero decir nada, no te esfuerces en buscarle
Ese misterioso sentido que puede tener el modo en el que tu nombre digo.
No, amor, no, esto no tiene sentido alguno, solamente me gusta decirlo.
Es tan lindo, saber que aunque no estés y no me ames, puedo decir tu nombre.




*Este poema tiene su poesía en los limites del poema, allí donde el lector y el poeta se unen. Si el lector logra descubrirlo, el poeta se sentirá sumamente feliz. Por el contrario, de no ser así, se sentirá sumamente ingenioso; lo cual, de lejos, es mucho mejor.

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