sábado, 22 de agosto de 2015

La musa ansiosa.

El rebotar de tu pierna contra el piso
parece dominarlo, someterlo
¿o eres tú quien se somete?
El sudor incomprendido de tus manos
Descansa, musa, descansa
en mi espalda/ el secreto roto
de tus infinitos labios.

Dentro de mi sexo crecen verdes jardines de sangre
Dentro de mi pecho, opacas mariposas aletean
el olor del llegar de la primavera
-Ya no hay nieve en los pinos porque
                                      te siento conmigo-.

De tu ropa despierta la desnudez que
me viste y arropa y acurruca
Desprendes tus senos del silencio
                                          como ave
que descansa del             Imenso
                       cielo para
Anidar en mis ramas (de mi paz, las alas).

Las ruedas de un macabro auto giran
y aplastan tus miedos y mis miedos
¡Qué delicia es la sangre!
¡Y la carne! ¡y la carne!

En tu abdomen nacen manantiales.

1 comentario:

  1. Aquí estoy deleitándome con todos tus poemas, tus pensamientos, tu alma abierta, tu corazón al viento. Gracias por tanto que ofreces.

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