viernes, 22 de enero de 2016

Natalia Villa

Tuve que revisar la última carta
porque ni siquiera recordaba tu apellido
es más fácil olvidar un hueco sonido
que olvidar la forma en que tus ojos
hasta al frío más bajo y oscuro
le dan sentido

El olvidado muchas cosas
pero es imborrable
cierta parte del jardín
entre dos árboles
en los que escribí para ti
unas suaves y sucias palabras
que luego te leí al oído

esa parte del jardín ahora es tuya
al igual que tal vez mis próximos gemidos

Jamás te he necesitado
por eso jamás nada te he pedido
tiene tan poco sentido intentar que me creas
como creer que al no creerme
encontrarás sentido a lo que digo

Hoy es una tarde que debería ser de ti
y de primavera
pero cae la nieve
y al cerrar mis párpados
mis enormes pestañas
dicen que estás conmigo

Es hermoso ver
la deliciosa crueldad blanca
y pensar en la suave forma
en la que tus labios enrojecían mi pene

Todos creían que por ser libre
y fumar y coger
con quien te daba la gana
era imposible hacerte sentir nada
eso es tan absurdo como creer
que se podía saber de ti
por los arbustos nocturnos
que salían de tus axilas
cuando me abrazabas

Hoy soy un hombre feliz
hoy la dicha y tú y yo
somos eternos
en la cruel belleza corrupta del recuerdo

Aún te revivo entre mi piel y mis brazos
eras dulce hasta siendo bellaca
tus ojos y tu sonrisa se iban a otro mundo
y olvidabas responderme cuando algo te preguntaba

me pegunto si algún día me encontrarás
en alguno de esos viajes que te llevan a otros cielos
o si en tus hermosas pinturas
algún color te traerá a mí
aunque sea para reirte
porque mientras te penetro
tu perro salta encima de mi muslo
              y se deleita al rozarme.

No hay comentarios:

Publicar un comentario