lunes, 9 de julio de 2018

Cartas a mi hijo #1

En este momento aún no existes, por lo tanto no sé si debas sentir que esta carta es realmente para ti, tal vez es sólo una carta para mí que quiero que leas, y eso es suficiente.

Quería decirte que tal vez lo mejor que te ha pasado hasta ahora es no existir, no aún, porque las mujeres con las que ha podido pasar...

Créeme, cuando te tenga más confianza te ahondaré en detalles.

Estoy pensando esta carta como si fueras un niño, pero puede que seas una niña, de cualquier forma puedes leerla, no quiero limitarte en ninguna forma, y voy a intentar hablarte como si fueras ambas cosas. Y si sientes que lo eres, no voy a juzgarte, si algún día llegas a tener aliento no vas a respirar algo que no sea amor cuando estés conmigo.

Ten cuidado con las personas, tienden a distorsionar la realidad, el egoísmo, hijos, es el límite de la mente, su condicionamiento, la raíz de su miseria, sufrimiento y pobreza.

Seguro muchas personas les contaran cosas de mí, algunas terribles y otras maravillosas, pero todas falsas por exageradas. No se mientan: escúchense. Un ser humano que lee su interior es un ser humano que lee la historia de toda la especie humana.

Sé que les dirán que me la pasé leyendo libros, pero no se confundan, yo no leí buscando o escapando de nada, yo leí como quien camina por el bosque: para perderme en la belleza más que para llegar a alguna parte.

Sólo espero que no me detestes como detesté a mi padre, y poder amarte aunque sea la mitad de lo que me amó mi madre. Muy probablemente nazcas con algún grado de autismo como tu tío Kike y yo, y espero que puedas encontrar como nosotros una pasión, y te entreges a ella por completo, y seas una luz para ti mismo y para todos los seres de la tierra.

Te heredo mi inteligencia, y espero que mi cabello rizado y el tamaño de mi pene. Dudo que necesites más para ser todo lo que quieras ser en esta vida. Y si eres una nena, ah, ojalá no haya muerto todavía, porque créeme que lo único peor que vivir es morir y quedarme para siempre sin la dicha de tenerte entre mis brazos.

Te amo, o los amo. En caso de que alguna vez existan.

-Tu papito, Victor Hugo Raga.

No hay comentarios:

Publicar un comentario