miércoles, 4 de julio de 2018

Cuidarte

Al despertar la luz entraba como un beso despacio lamiendo todo desde la ventana, uno de esos besos de luz que le da a las cosas la sensación de que acaban de nacer al desaparecer de ellas las pesadas sombras de la noche.

Mis brazos, se ven tan jóvenes, hermosos y poderosos, en especial entre tus brazos, cuando tu aroma impregna el mío y tus cabellos caen sobre mi cama junto a los míos que se enredan alrededor de los tuyos.

Empezaste como mi amante, y cuando aquella nos descubrió te convertiste tú en mi mujer, es cierto, yo sigo teniendo otras amantes, pero lo que me encanta es que puedo tenerlas contigo, que puedes satisfacer cada uno de mis deseos como nadie, y por eso sin importar quién llegue este trono no te lo quita nadie.

Estoy enamorado de ti, con locura, tenemos tan poco, pero hacemos maravillas con nuestra pobreza. Nuestros libros usados, tus desfiles de hermosos atuendos rotos, mi trabajo de pocas horas que nos da apenas para comer pero nos permite pasar tanto tiempo juntos, y tantas lecturas, y hacerte el amor desenfrendamente. Nunca me canso de hacerte el amor, nunca, por más que pasen los días y los años.

Me encantas, nunca antes me había gustado una mujer tan niña e inocente como tú, y ahora siento que si la mujer no es inocente no me hallo, que si no puedo cuidarla y consentirla no me interesa poseerla y penetrarla, hablo de su cuerpo, hablo de su alma.

Me gusta decir que me voy a cortar el cabello y que me armes un berrinche de padre y señor nuestro, tú no eras así, mon petite, te he convertido en la criatura más consentida del universo. Antes te daba miedo hablar, y ahora hasta te impones de la forma que me encanta, con una ternura infinita, con una malcriadez que menos mal que la sembré yo, porque sino quién te aguanta, mi niña.

Lo más atractivo de un hombre es cuando va por la vida como si tuviera a todas las mujeres del mundo, lo que lo hace interesante es que no las necesita, no pierde su centro por nadie, va a por su propósito y las mujeres van a por él.

Eso es lo que no entienden las mujeres, que la razón principal por la que las vuelvo locas es por ti, porque gracias a ti me la paso escribiendo, gracias a ti no me siento mal por lo que no tengo, en cambio me siento soberano y señor del mundo por lo que soy, y sí, lo que soy es tu dueño, el hombre que te cuida, que te ama y te proteje, eres tú la mejor compañera que puede tener este hombre que nació para un propósito en la tierra. Cuidarte.

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