miércoles, 19 de septiembre de 2018

El blanco de tu gris

Yo era el blanco de tu gris
pero todo lo que se mezcla
se vuelve a separar
no entiendo como este cielo azul
puede hallarse así
ardiendo de nostalgia
por los plomizos colores de tus
noviembres lúgubres.

Mi error fue estar siempre para ti
no aburrirme jamás del milagro cotidiano de tu atardecer
abandoné mi vuelo
para mirarte cada día
me tuviste tan disponible
que me diste por sentado.

También hay que hacer mención
a tu falta de experiencia
a tu edad yo tampoco hubiese sabido
cuánto perdía
y cuánto dolor me había costado
convertirme en ese brillo
que le cambia el sentido a tus días.

La historia siempre se repite,
volveras luego de unos fracasos amorosos,
yo podré acostarme contigo para sanar mi ego
pero nunca amarte de nuevo
vendrás, como todas las demás,
queriendo reparar
y te dolerá cuando comprendas
que lo que yo te daba era por tu pureza e inocencia
por tu nobleza
eres como un ángel arrepentido en el infierno
diciendo que me ama
cuando ya es demasiado tarde.

Y seguiras con tu vida,
te casaras,
pensarás que será más feliz con un hombre que te jure fidelidad
que se corte la coleta y se someta
que se deje crecer la barba para parecerse a mí
si tiene ojos verdes o azules
lo amarás mejor bajo las sombras
pensando que son mis ojos
con sus labios no podrás hacer nada si no son tan enormes como los míos
y en la luna de miel pensarás
cómo me sentiría yo ante tan bellos paisajes
y comprenderás que tus sueños no pueden ser nunca realidad mientras no sean conmigo
el hombre que te enseñó a soñar y a volar.

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