jueves, 3 de enero de 2019

Oda a tus enormes senos

Se desprenden de tu ropa
y saltan sobre la cama
hasta que me empapan de ardor
todo lo que se puede llenar en mi cuerpo
a través del roce
de tus enormes senos y mis ojos.

Tu punta oscura,
como la noche,
eres la madre que necesito y deseo;
morderlos y lamerlos
es el lenguaje que mejor padezco.

Tus areolas enormes,
símbolos del misterio
que encierran las obras de arte
les paso mi lengua
las erizo
las estremezco
que delicía ser de nuevo niño
en la enorme fuerza violenta de tus senos.

Voy a llenar tus tetas de semen
voy a hacer pinceladas blancas con mi pene
tus senos son oscuros y enormes
y yo tengo
las estrellas que llenan tu universo.

Abre tus piernas, maldita.
Bendita sea la sed que sólo tú me quitas.
Introduzco mi gordura dura en tu virginal blandura
tu flor se llena de dolorosas cosquillas
tu abdomen de aleteos de mariposas
y yo te miro desde arriba
como el dios que soy
y contemplo tu dolor
tu placer, sumisión y entrega.

Y como eres virgen no protejo mi piel,
y como eres mía no lo saco cuando me corro,
y como soy tu dueño,
me duermo al culminar
sobre ese sitio seguro
al que sólo y solo me lleva
el olor de tus enormes senos.

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