De noche no tengo buena visión, así que le pedí a mi amigo el hijo de los Evangélicos que fuese conmigo a buscar a la Parce. Primero fuimos a llevar a unas amigas a una fiesta, a parte de mi pequeña empresa y mi empleo, también hago carreras de taxi a mis amigos por las noches. En Venezuela hay que buscar la plata como sea, la pelazón no juega carritos. Iba a llevar a mi amiga la Odalizca y su hermana la Pintora.
Después de dejarlas, recogimos a la Parce, cargaba la misma ropa con la que hicimos el amor temprano. Dejé a mi amigo y fui a casa con ella. Duro hablando por teléfono con su novio como una hora; me aburrí de esperarla, así que me acosté a dormir. Me despertó para preguntar si le podía prestar una toalla de baño. Se duchó, y parecía otra. Me sentí en deuda porque el polvo que echamos más temprano, si bien fue emocionante, no fui tan cumplidor como acostumbro a ser. Le hice sexo oral hasta que se vino, así garanticé no defraudar. Luego la puse en cuatro patas y me desquité, su culo es muy parecido al de la Chama, sentía que era su hermana gemela y le di con todo, le dije palabras sucias, las que le suelo decir a la Chama. Creo que no le gustó, pero con la furia con que la penetraba podía haberle dicho el nombre de otra y no le iba a importar. Recordé cuando me rechazó hace un año; y me desquité, la nalguee, le dije que me dijera que era su dios, y lo hizo. Se corrió por segunda vez, y me dijo que acabara, saqué mi pene, quité el preservativo y acabé en sus nalgas. Creo que le dio náuseas. Cuando terminamos me dijo que había sido el mejor amante que ha tenido, que nunca un hombre había podido hacerla acabar, eso había pasado sólo con amantes mujeres. Y que yo sé follar como mujer y como dios. Luego se quedó dormida y roncaba como mi abuela en España.
Dormí dos horas y fui a buscar a mis amigas en la fiesta. En el servicio de taxi cobro un plus si desean que los vaya a buscar con los vidrios abajo y la música a todo volumen (por lo general regetón) así que llegué y busqué a mis amigas y fue una noche redonda por donde se le mire.
Cuando regresé vi a la Parce en mi cama, y pensé que en todo el tiempo que tengo con la Chama nunca hemos pasado una noche juntos. Ambas se parecen tanto, descubrí que busco amantes porque la Chama lo tiene todo y al mismo tiempo no me es suficiente. Me acosté junto a la Parce (ya no roncaba) y la abracé. Pensé en la Chama y en cuánto la quiero, por su espalda se derramaron mis lágrimas; y le dije que la amaba, ella no me escuchó pero no importa, porque no le estaba hablando a ella.
Esta mañana hicimos el amor y cuando acabé, ella no. Entonces se lo seguí metiendo, cuando acabó, saqué el pene pero el condón quedó dentro de ella ¡Maldita sea! Pensé. Salí corriendo a la farmacia a buscar otra pastilla y la farmacéutica me dijo que no era necesario. Volví al coche feliz, regresé a casa, e hicimos el amor todo el día y sin protección.
No hay comentarios:
Publicar un comentario