Hoy fuimos al cine unos compañeros de clases y yo. Entre el grupo estaba la Chama. Ella es una chica muy pequeñita que estudia conmigo. A diario la molesto pidiendo prestado su sacapuntas sólo para estar con ella. Antes de hoy nunca habíamos hablado. Fue una tarde hermosa. Compartimos en grupo pero al llegar al cine, cuando íbamos a sentarnos, yo pensé que la Chama se iba a sentar con el Gordo. Un compañero de nosotros que la intenta conquistar, a mí también me gusta ella pero el tiene más chance porque a pesar de feo tiene mucho dinero.
La Chama dejó pasar a todos primero para que buscaran puesto en la fila del cine. Cuando yo iba a pasar me puso su diminuta mano en el pecho. Dejó que pasaran todos y me sentó a su lado. Supe que la victoria era mía, ella me había elegido y yo recordaba mi pacto especial con Dios. Le tomé de la mano en la película y fue hermoso, la sentí nerviosa, sonreía con su sonrisa metálica y brillaba en la oscuridad. Buscaba besarla pero no se dejaba, me susurró que ella no estaba lista, que la disculpase. Y eso me lleno de ganas de conquistarla.
Desde que llegué a casa no dejo de pensar en ella y me muero de ganas por verla el lunes en clases. Debe ser la primera vez en mi vida que quiero ir a clases. Mañana sábado es el cumpleaños de nuestra compañera la Albina. Le pregunté a la Chama si puede ir, me dijo que no cree porque no avisó con tiempo a sus padres. Yo le dije que intentara, que Dios siempre escucha y que oraría por ella. Ella pensó que eso es hermoso. Espero poder verla mañana en la fiesta.
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